Un nuevo estudio publicado en la revista Nature ha revelado un fenómeno, hasta ahora ignorado, de los complejos mecanismos de mantenimiento celular.
En lugar de ser eliminadas únicamente por el sistema inmunológico, muchas células muertas son “canibalizadas” por células vecinas, un proceso que auxilia en la limpieza y salud de los tejidos.
Cada segundo, cerca de un millón de células mueren en nuestro organismo debido al desgaste natural, daño o envejecimiento.
La investigación destaca cómo, además de la apoptosis —la forma común y controlada en que las células deciden morir— existe un proceso adicional en la eliminación de células muertas.
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Las células madre, localizadas en tejidos como los folículos pilosos, juegan un papel proactivo en el proceso: cuando detectan células dañadas o moribundas, inician un proceso de ingesta, lo que contrarresta la acumulación de restos celulares que podrían causar inflamaciones o enfermedades.
Ese mecanismo inusual de “fagocitosis no profesional” demuestra que las células más “fuertes” ayudan a eliminar las más “débiles”, garantizando la funcionalidad y salud del entorno celular.
La acumulación desmedida de células muertas puede estar vinculada a condiciones como inflamaciones crónicas, cáncer y enfermedades neurodegenerativas, entre ellas el Alzheimer.
El estudio insinúa que una falla en ese sistema de limpieza podría ser un precursor para diversas patologías.
Estas revelaciones podrían conducir al desarrollo de tratamientos innovadores que ayuden a prevenir y mitigar enfermedades relacionadas con la acumulación de desechos celulares.