Descubren el origen del asteroide que causó la extinción de los dinosaurios
evangelio | 25 agosto, 2024

Un reciente estudio publicado el 15 de agosto en la revista “Science” arrojó luz sobre uno de los eventos más catastróficos en la historia de la Tierra: la extinción masiva que marcó el final del período Cretácico, que vio la desaparición de más del 60 % de las especies conocidas.

El cataclismo tuvo su origen en un asteroide de más de diez kilómetros de ancho que se estrelló contra lo que hoy es América Central, en un impacto que dejó el famoso cráter de Chicxulub, ubicado bajo la costa mexicana.

Los geólogos comenzaron a buscar pistas del impacto observando un aumento global de un metal raro llamado iridio, encontrado en la capa de roca que separa el Cretácico del siguiente periodo geológico, el Paleógeno.

Esa capa rica en iridio, conocida como el límite K/Pg, proporciona evidencia irrefutable de la catástrofe que alteró drásticamente la vida en la Tierra.

Además, el estudio señala que otro metal, el rutenio, ayudó a identificar el origen del asteroide como un meteorito de condrita carbonácea, formándose en la parte exterior de nuestro sistema solar.

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A pesar de la nueva comprensión, los científicos aún se enfrentan a una incógnita: cómo el asteroide logró escapar de la formación de planetas y lunas en las fases iniciales del sistema solar y terminó en una trayectoria que lo condujo a colisionar con la Tierra.

Los hallazgos del nuevo análisis subrayan la singularidad del impacto de Chicxulub en la historia del planeta, diferenciándolo de otros eventos similares.

El efecto inmediato del impacto fue devastador; el pulso de calor global seguido de años de invierno transformó drásticamente los ecosistemas, acabando con la mayoría de las formas de vida dominantes de la época.

Si bien las aves, un grupo de dinosaurios, lograron sobrevivir, otros grupos, incluidos mamíferos y lagartos, sufrieron severas pérdidas.

Ese acontecimiento fortuito no solo marcó el fin de los dinosaurios, sino que también creó las condiciones necesarias para el surgimiento y la diversificación de nuevas formas de vida, incluyendo nuestros primeros ancestros primates.

La vida en la Tierra, tal como la conocemos hoy, es el resultado indirecto de ese desastre que ocurrió hace más de 66 millones de años, un recordatorio de cómo un solo evento puede alterar el curso de la historia biológica del planeta.

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