Un equipo de biólogos de la Universidad Queen Mary de Reino Unido identificó que la neurohormona bombesina, responsable de la saciedad en humanos, tiene un origen evolutivo de más de 500 millones de años.
El estudio, publicado en la revista PNAS, reveló que esta molécula también está presente en estrellas de mar y otros equinodermos, lo que sugiere que su función en la regulación del apetito se remonta a un ancestro común de vertebrados e invertebrados.
La investigación se basó en el análisis del genoma de diferentes especies y en pruebas con una versión sintética de la bombesina de estrella de mar, denominada ArBN.
Los resultados mostraron que, al ser inyectada en estos animales, su estómago se retrajo, retrasando el proceso de alimentación. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que la bombesina y sus neurohormonas relacionadas forman parte de un sistema biológico antiguo que controla la ingesta de alimentos.
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Además de su importancia en la comprensión de la evolución del comportamiento alimentario, el descubrimiento podría tener aplicaciones prácticas.
Investigadores sugieren que el desarrollo de moléculas que inhiban la alimentación en estrellas de mar podría ser útil para controlar su proliferación en aguas frías, donde amenazan la producción de moluscos para consumo humano debido al cambio climático.
El estudio abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo aprovechar la bombesina en tratamientos contra la obesidad y trastornos alimenticios en humanos.
Comprender su función a nivel molecular y su evolución a lo largo del tiempo podría contribuir al desarrollo de fármacos más efectivos para regular el apetito en distintas especies.