Un deslizamiento de tierra en Papúa Nueva Guinea sepultó a más de 2000 personas en un pueblo y campo de trabajo en la zona de las tierras altas del norte del país, así lo dieron a conocer las autoridades de las Naciones Unidas.

“El deslizamiento de tierra sepultó a más de 2000 personas vivas y causó grandes destrozos en edificios, huertos de alimentos y tuvo un gran impacto en el sustento económico del país”, dio a conocer el funcionario del centro nacional de catástrofes, Lusete Laso Mana.

Al arribar las autoridades locales al lugar del incidente, reportaron que el número de víctimas mortales se incrementó de unas pocas decenas a 670 en pocas horas; sin embargo, advirtieron que se espera que bajo los escombros aparezcan muchas víctimas más de las previstas.

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La misiva de Laso Mana detalla que las labores de rescate están significando un gran reto, con la carretera principal de la zona bloqueada por el escombro, así como el terreno inestable, con agua fluyendo bajo las rocas y desplazando la tierra, lo cual significa un “un peligro continuo tanto para los equipos de rescate como para los sobrevivientes”.

La provincia de Enga, en donde sucedió el accidente, es una zona densamente poblada, en medio de terrenos selváticos de difícil acceso, en un país ubicado al norte de Australia con 12 millones de habitantes.

Papúa Nueva Guinea es una nación tropical, dividida por grupos tribales, étnicos y lingüísticos, con una gran riqueza en recursos naturales, pero al mismo tiempo subdesarrollado, lo que lo coloca en una situación de vulnerabilidad ante los constantes desastres naturales.