Satélites de observación detectaron un fenómeno inusual en el material situado a casi dos mil 900 kilómetros bajo la superficie, entre el núcleo y el manto terrestre. El hallazgo indica que la densidad de las rocas sufrió un cambio repentino entre 2006 y 2008, según datos del Experimento de Recuperación de Gravedad y Clima (GRACE).

El registro más intenso del fenómeno se localizó frente a la costa atlántica africana. Los científicos descartaron que los cambios se debieran a desplazamientos de agua, glaciares o masas superficiales, por lo que atribuyen la señal a transformaciones profundas en las rocas cercanas al núcleo que aumentaron su densidad de manera súbita.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Gustave Eiffel y la Universidad de la Ciudad de París, fue publicado recientemente en la revista Nature. Los expertos consideran que este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva para comprender la dinámica interna del planeta y la interacción entre sus capas.

Aunque el fenómeno no representa un riesgo inmediato para la superficie, los científicos señalan que constituye una pista crucial para descifrar la actividad invisible en las regiones más inaccesibles del interior de la Tierra, ampliando el conocimiento sobre la estructura y evolución del planeta.