Antonio Cabrera, miembro de los Legionarios de Cristo y docente de la Universidad Anáhuac, fue detenido la madrugada del 12 de junio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

La aprehensión, basada en una orden emitida por un juez de Tlalnepantla, Estado de México, responde a una acusación de abuso sexual contra un joven.

Cabrera, quien se desempeñaba como director del Centro Anáhuac de Desarrollo Estratégico en Bioética, regresaba al país en un vuelo procedente del extranjero cuando fue interceptado por las autoridades.

El sacerdote, ampliamente vinculado a Marcial Maciel, fundador de la congregación, será presentado ante un juez del penal de Barrientos para definir su situación jurídica.

El caso revive la polémica que rodea a los Legionarios de Cristo, especialmente tras la reciente apertura de archivos vaticanos del papado de Pío XII que confirman la existencia de denuncias tempranas contra Maciel.

Los documentos detallan acusaciones de abuso sexual, consumo de drogas y prácticas fraudulentas, conocidas por altos funcionarios de la Santa Sede desde mediados del siglo XX.

A pesar de la gravedad de los informes, el Vaticano tardó más de medio siglo en tomar acciones firmes contra Maciel.