A más de tres décadas del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, excandidato presidencial del PRI, el caso volvió a acaparar los reflectores luego de la detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), identificado en viejas investigaciones como presunto segundo tirador.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmó la captura la tarde de este sábado en la colonia Los Reyes, en la ciudad de Tijuana. Sánchez Ortega, un hombre de la tercera edad, fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), donde quedó a disposición de un juez federal.
De acuerdo con los primeros reportes, la aprehensión se realizó alrededor de las 4:00 de la tarde, sin que se registraran incidentes. En el parte informativo se describe al detenido como un hombre de 1.65 metros de estatura, con bigote y cabello canoso, que vestía camisa a cuadros y pantalón negro al momento de su captura.
Sánchez Ortega no es ajeno al caso Colosio. En 1994 fue detenido inicialmente tras el magnicidio ocurrido en Lomas Taurinas, luego de que se detectaran rastros de sangre en su ropa y un resultado positivo en pruebas de residuos de disparo. Sin embargo, fue liberado días después, cuando la fiscalía concluyó que la sangre provenía del propio Colosio al ser trasladado tras el ataque.
El nombre del exagente reapareció de forma recurrente en teorías alternas sobre la existencia de un segundo tirador. No obstante, los informes oficiales de la entonces Subprocuraduría Especial del Caso Colosio descartaron esa hipótesis, señalando que las coincidencias eran “circunstanciales y sin sustento técnico”.
Hasta la fecha, Mario Aburto Martínez continúa siendo el único sentenciado por el asesinato del candidato presidencial ocurrido el 23 de marzo de 1994, aunque diversas voces, incluidas las de la familia Colosio, han insistido en la necesidad de reabrir el caso para esclarecer inconsistencias.
La detención de Sánchez Ortega podría reavivar el debate sobre uno de los crímenes políticos más emblemáticos de México, justo cuando se cumplen más de 31 años del atentado que marcó un antes y un después en la historia contemporánea del país.