La deuda pública neta de México se situó en 49,9 % del Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre de 2025, ligeramente por encima del 49,3 % registrado en el mismo periodo de 2024, informó este jueves la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En su Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al tercer trimestre de 2025, la dependencia señaló que la deuda neta total ascendió a 18,28 billones de pesos (aproximadamente 994.688 millones de dólares), lo que representa un incremento de 8,8 % respecto a los 16,88 billones de pesos reportados en junio de 2024.

“La deuda pública se mantuvo en un nivel bajo y estable, por debajo del 51,3 % observado en diciembre de 2024”, destacó la SHCP, subrayando que la solidez de las finanzas ha permitido mantener acceso a financiamiento en condiciones favorables y preservar el grado de inversión ante las principales agencias calificadoras.

El informe también mostró que los ingresos presupuestarios crecieron 9,2 % real en los primeros nueve meses del año, alcanzando 4,61 billones de pesos (casi 249.000 millones de dólares), el mayor aumento para un periodo similar desde 2016. Este desempeño se atribuye a la ampliación de la base gravable y a la lucha contra el contrabando, con la recaudación tributaria avanzando 7 % y los ingresos por ISR creciendo 6,1 %, hasta 60.000 millones de pesos (3.236 millones de dólares).

Por su parte, el gasto neto presupuestario aumentó 1 % respecto al mismo periodo de 2024, hasta los 7,03 billones de pesos (unos 379.368 millones de dólares).

Estas cifras se conocieron luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportara una contracción del PIB de 0,3 % trimestral y 0,2 % interanual en el tercer trimestre.

Durante una conferencia, el titular de la SHCP aseguró que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las principales agencias calificadoras reconocen la solidez fiscal y la credibilidad de la política económica, lo que permite a México conservar el grado de inversión.

Mientras analistas privados estiman un crecimiento del PIB de apenas 0,5 %, el Gobierno prevé un aumento en un rango de entre 1,5 % y 2,3 %.