Después de un debate que se prolongó por casi nueve horas, la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la reforma a la Ley General de Salud que prohíbe la comercialización de vapeadores y cigarrillos electrónicos en el país.

El dictamen fue avalado en lo particular con 292 votos a favor, 163 en contra y cero abstenciones. La votación incluyó una reserva impulsada por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, quien propuso eliminar la criminalización del uso de estos dispositivos.

En la discusión general previa, Morena y sus aliados habían dado luz verde al proyecto original, que contemplaba una pena de uno a ocho años de prisión para quienes usaran vapeadores o cigarrillos electrónicos. Esa versión obtuvo 324 votos a favor y 129 en contra. Sin embargo, Monreal planteó cambios para suprimir la penalización y evitar que los consumidores fueran sujetos a procesos legales.

Con la modificación aprobada, la reforma establece la prohibición de actividades vinculadas al comercio de estos productos: adquisición con fines comerciales, preparación, producción, fabricación, mezclado, envasado, transporte, almacenamiento, importación, exportación, distribución, venta y suministro.

La disposición exceptúa el consumo y la posesión personal, siempre que no estén relacionados con alguna de las actividades comerciales ahora prohibidas. De esta manera, la reforma mantiene el veto al mercado de vapeadores, pero sin sancionar a quienes los utilicen.