Colombia vivió una jornada de violencia marcada por la acción de las disidencias de las FARC, señaladas por autoridades como responsables de al menos cuatro atentados en menos de 24 horas.
Los hechos dejaron más de 20 muertos y decenas de heridos, lo que ha elevado la tensión en distintas regiones del país.
El ataque más grave ocurrió en Antioquia, donde un helicóptero Black Hawk de la Policía fue derribado por este grupo armado, causando la muerte de 13 uniformados y dejando a cuatro agentes atrapados en la zona.
Según las autoridades, el responsable sería alias Chejo, quien en 2023 participó en los diálogos de paz y estuvo bajo protección oficial.
En Cali, un camión bomba explotó frente a la Escuela Militar de Aviación, provocando seis muertes y 78 heridos, entre ellos un niño y una mujer embarazada. Horas después se registraron dos explosiones adicionales en Florencia, Caquetá, y en La Plata, Huila, confirmando la ofensiva coordinada.
El presidente Gustavo Petro condenó los ataques y anunció que tanto las disidencias de las FARC como el Clan del Golfo serán declarados como organizaciones terroristas. Aunque se valoró decretar el estado de conmoción interior, la medida no se aplicó de inmediato. Cali permanece bajo estricto resguardo militar.