Dormir acurrucados reduce el estrés y fortalece apego emocional
evangelio | 25 mayo, 2025

Un estudio reciente publicado en el Journal of Social and Personal Relationships revela que las parejas que duermen acurrucadas al inicio de la noche experimentan menores niveles de estrés y se sienten más seguras emocionalmente.

La investigación, liderada por Josh R. Novak y Kaleigh C. Miller, analizó cómo la cercanía física al conciliar el sueño influye en el bienestar psicológico y relacional de 143 parejas heterosexuales.

Los hallazgos sugieren que el contacto físico al dormir, como abrazarse o acurrucarse, podría desencadenar procesos biológicos que refuerzan los vínculos afectivos.

El estudio encontró que las parejas que adoptaban posturas de mayor cercanía física, como hacer la “cuchara”, entrelazarse o dormir cara a cara, reportaron niveles significativamente más bajos de estrés percibido y de apego inseguro, tanto ansioso como evitativo.

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Estos resultados se mantuvieron incluso después de considerar factores como la edad, la duración de la relación, los ingresos y la presencia de hijos o mascotas en la cama. Sin embargo, la investigación no encontró relación entre las posturas al dormir y los trastornos del sueño.

Los investigadores destacan que el contacto físico al dormir puede promover la liberación de oxitocina, una hormona asociada con el apego y la relajación, lo que a su vez podría contribuir a reducir el estrés y fortalecer los vínculos emocionales.

“Nuestro estudio apoya la idea de que acurrucarse al inicio del sueño puede ser beneficioso tanto para la salud fisiológica como para el funcionamiento relacional”, señalan los autores.

A pesar de que el estudio no puede determinar si es la cercanía física la que mejora la calidad de la relación o viceversa, los hallazgos resaltan la importancia del contacto físico en la vida cotidiana de las parejas.

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