El Vaticano confirmó este lunes el fallecimiento del Papa Francisco, semanas después de haber sido dado de alta por una crisis respiratoria asmática. Su deceso marca el inicio del proceso para convocar un nuevo cónclave en el que se elegirá al próximo pontífice.
Entre los posibles candidatos comienzan a destacar dos cardenales mexicanos con trayectoria y presencia en la alta jerarquía eclesiástica: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega.
De los cinco cardenales mexicanos actuales, únicamente Aguiar Retes y Robles Ortega tienen derecho a votar y ser elegidos en el cónclave, pues los otros tres prelados —Norberto Rivera Carrera, Juan Sandoval Íñiguez y Felipe Arizmendi Esquivel— ya superaron los 80 años, límite de edad establecido por el Colegio Cardenalicio.
Esta condición coloca a ambos en una posición relevante en el proceso sucesorio.
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Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, ha tenido una ascendente carrera en la Iglesia. Fue ordenado sacerdote en 1973, presidió el CELAM y la Conferencia del Episcopado Mexicano, y fue nombrado cardenal por el papa Francisco en 2016.
Su cercanía con el pontífice fallecido y su papel activo en el ámbito eclesiástico latinoamericano refuerzan su perfil como posible sucesor.
Por su parte, José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara desde 2011, fue creado cardenal por el papa Benedicto XVI en 2007. Ha participado en organismos clave del Vaticano y presidió la Conferencia del Episcopado Mexicano durante dos periodos.
Su experiencia en el cónclave de 2013, cuando fue elegido el Papa Francisco, lo posiciona como un candidato con conocimiento profundo del proceso de elección papal.