Dos hombres fueron hallados muertos esta mañana en el corredor de una vivienda del fraccionamiento Villas del Paraíso. Ambos presentaban múltiples impactos de bala y signos claros de ejecución.

Vecinos notaron la puerta entreabierta y alertaron a las autoridades. La Policía Municipal confirmó el deceso en el sitio, mientras que peritos de la Unidad Especializada en Escena del Crimen (UEEC) contabilizaron 16 casquillos calibre 9 mm en el exterior y 10 calibre .223 en el interior, compatibles con rifles de asalto tipo “cuerno de chivo”. Los cuerpos, aún sin identificar, fueron trasladados al Servicio Médico Forense para la necropsia y la obtención de registros que permitan establecer su identidad.

La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación por doble homicidio. Hasta ahora no se han revelado indicios de vínculos con grupos criminales, aunque la escena sugiere un ataque dirigido y planificado.

Violencia sostenida en el año

De enero a mayo de 2025, Pátzcuaro acumuló 52 homicidios dolosos, mientras que Michoacán registra entre 499 y 599 asesinatos en el mismo periodo, según cifras estatales y federales. Este nuevo caso confirma que la violencia no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia persistente.

Pátzcuaro, entre el turismo y la violencia

Pátzcuaro siempre ha sido presentado como uno de los destinos más emblemáticos de Michoacán, un punto de atracción para el turismo cultural y religioso. Pero los números de homicidios empiezan a contar otra historia: la de una ciudad donde los ajustes de cuentas y las ejecuciones ya no son ajenos a las calles que antes eran sinónimo de tranquilidad.

El riesgo no es solo estadístico. Cada crimen erosiona esa imagen de refugio turístico y la reemplaza por la de un municipio atrapado en la misma lógica violenta que otras regiones del estado.

Si la tendencia continúa, Pátzcuaro podría pasar de ser un ícono de identidad michoacana a un nuevo ejemplo de cómo la violencia también se instala en los lugares que parecían intocables.