El ejército ruso atacó este viernes la región Ivano-Frankivsk Ucrania con cuatro misiles hipersónicos Kinzhal y sólo uno de ellos pudo ser interceptado.
Las autoridades informaron que como resultado del ataque ruso, uno de los misiles cayó sobre una casa donde vivía una familia con tres niños y lamentablemente perdió la vida un pequeño de ocho años.
El bombardeo fue contra un territorio ubicado en el oeste ucraniano, algo poco habitual debido a que el frente se encuentra a cientos de kilómetros, en el este y sur del país.
Los misiles tuvieron su punto de lanzamiento en las ciudades rusas de Tula y Lipetsk, ubicadas a 180 y 460 kilómetros al sur de Moscú.
El ejército ucraniano informó que únicamente pudo ser destruido un misil Kh-47, mientras que los otros impactaron cerca de un aeródromo y dañaron infraestructuras civiles, además uno de ellos impactó en una zona residencial.
El ataque se da en medio de el anuncio hecho por presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en el sentido de que despedirá a los jefes de todos los centros regionales de reclutamiento militar ante la creciente preocupación por corrupción.