El aguacate, un aliado milenario para enfrentar desafíos actuales
evangelio | 29 junio, 2025

El aguacate, que hoy reina en recetas y mesas de todo el planeta, guarda en Honduras un secreto de más de 11 mil años.

El sitio arqueológico El Gigante Rockshelter, en el occidente del país, reveló que esta especie acompañó a la megafauna prehistórica y que, tras su extinción, fueron comunidades humanas las que adaptaron y domesticaron el fruto para convertirlo en un alimento clave para su subsistencia.

La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences y liderada por la antropóloga Heather B. Thakar, muestra que esta domesticación ocurrió antes que la del maíz, los frijoles y la calabaza, pilares de la agricultura mesoamericana.

A través de dataciones por radiocarbono, el equipo logró establecer una línea de evolución del aguacate basada en criterios de selección humana: frutos más grandes, de cáscara dura y pulpa abundante.

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Hoy, en un contexto donde la variedad Hass domina casi por completo el mercado global, este hallazgo ofrece una alternativa frente a la vulnerabilidad de los monocultivos al clima y a las plagas.

El estudio plantea retomar prácticas antiguas para garantizar la adaptabilidad de este cultivo, promoviendo la selección de semillas de diferentes variedades para recuperar la diversidad genética perdida.

El Gigante Rockshelter, propuesto para convertirse en Patrimonio Mundial de la Unesco, sigue sorprendiendo a la comunidad científica por la conservación excepcional de sus restos botánicos y arqueológicos.

El yacimiento evidencia que la agricultura en Mesoamérica no surgió de manera abrupta, sino como un diálogo milenario entre comunidades humanas y la biodiversidad que las rodeaba.

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