En el entorno de un área de comercio ambulante, se esconde un pequeño tesoro culinario que cautiva a los amantes de los tacos: El Califa de León, un modesto establecimiento, con apenas 6 x 4 metros de dimensiones, que se erige como un escenario de auténtica experiencia gastronómica mexicana.
Para deleite de sus seguidores, El Califa de León fue distinguido con una codiciada estrella Michelin, otorgando reconocimiento a su excelencia culinaria.
Enclavado entre puestos ambulantes, el local opera con una amplia parrilla que ocupa la mayor parte del reducido espacio visible. Ahí, la magia se mantiene viva gracias a un equipo de cuatro personas.
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Sin asientos, los comensales disfrutan de sus tacos de pie, apoyados en una única barra donde realizan sus pedidos.
El menú ofrece cuatro variedades de carne: bistec, chuleta y costilla, servidas tradicionalmente en dos tacos, y la “Gaonera”, el plato estrella, dedicada a Rodolfo Gaona, el torero conocido como “El Califa de León”.
Un aspecto a tener en cuenta para los visitantes es el costo, ya que a pesar de su humilde apariencia, disfrutar de los manjares de El Califa de León puede representar desembolsar un monto considerable.