El Carnaval, una de las festividades más coloridas y celebradas a nivel mundial, se asocia comúnmente a las celebraciones de Brasil.
Sin embargo, sus orígenes se remontan a las antiguas fiestas paganas del Imperio Romano, en particular a las Saturnalias, que honraban al dios Saturno; se celebraba a mediados de diciembre y marcaba el comienzo del nuevo año.
La festividad, que se celebra en más de 50 países, presenta una diversidad de tradiciones, desde las famosas escolas de samba en Brasil hasta el Carnaval veneciano en Italia.
Lo curioso es que el Carnaval no tiene una fecha fija, siendo una “fiesta movible” que puede tener lugar en febrero o marzo, como sucederá en 2025.
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El término “Carnaval” podría derivarse del latín medieval “carnem levare”, que significa “quitar la carne”, en relación con los períodos de ayuno de la Cuaresma en el cristianismo.
Así, el Carnaval representa una última gran celebración antes de los 40 días de abstinencia que siguen.
Si bien su celebración moderna se vincula al calendario cristiano, el Carnaval tiene raíces que podrían extenderse hasta el antiguo Egipto, pero en los países de tradición cristiana, su fecha se determina en función de la Pascua, lo que sitúa al Carnaval entre febrero y marzo.
Así, el Carnaval se convierte en una mezcla de historia, religión y cultura, celebrada en lugares tan diversos como Uruguay, Trinidad y Tobago, y Estados Unidos.