El Drácula que conocemos hoy es el mítico personaje creado por Bram Stoker en su novela de 1897; sin embargo, la figura histórica que inspiró la novela fue tan aterradora como el personaje de ficción.
Vlad III Drácula, también conocido como Vlad “El Empalador”, fue el gobernante de Valaquia en la actual Rumania en el siglo XV. Era conocido por su brutalidad y sadismo, y se estima que fue responsable de la muerte de más de 80 mil personas durante su vida.
Vlad III nació en 1431 y pasó su infancia como rehén del Imperio Otomano, después de regresar a Valaquia, se convirtió en gobernante en 1456.
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Rápidamente se ganó una reputación de crueldad, usando con frecuencia el empalamiento para castigar a sus enemigos.
También era conocido por castigar incluso delitos menores, como mentir, con el empalamiento, aunque algunas de las historias sobre Vlad III son sin duda exageraciones, no hay duda de que fue un líder brutal y despiadado.
A pesar de su reputación negativa, Vlad III también es considerado un héroe nacional en Rumania.
Fue visto como un defensor de su pueblo contra el Imperio Otomano, también liberó a los campesinos y artesanos de Valaquia de los tributos que pagaban al Imperio Otomano.
En Rumania, cada 26 de mayo se conmemora el Día Mundial de Drácula, que coincide con el aniversario de la publicación del libro.