Media semana después de las elecciones del 2 de junio, el PRD lucha contra la amenaza de la extinción.

En 2024, encontraron el peor resultado desde que se fundó el partido, hace más de 35 años.

Atrás quedó la elección del 2012 cuando, de la mano de Andrés Manuel López Obrador, se posicionó como la segunda fuerza política del país, tanto a nivel de gobiernos como en las cámaras.

En 2024 obtuvieron menos del 2 % de los votos. Las expectativas son pocas: Jesús Zambrano ordenó “hurgar” entre las actas y los paquetes electorales para los sufragios y salvar el registro como partido.

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Y es que, incluso, los “votos nulos” tuvieron más registros que el PRD. Más de 1.4 millones de ciudadanos acudieron a las urnas a anular su voto, casi 300 mil más de lo que obtuvieron los candidatos del Sol Azteca.

Ante la inminente pérdida del registro, la dirigencia anunció que apostará por una “refundación”, lo cual contempla desde la apertura a la sociedad civil como a un cambio de nombre y de colores.

Aún con el cambio anterior, la apuesta de seguir en coalición con el PRI y el PRD seguirá latente.

En el caso de Michoacán, el PRD obtuvo apenas 9.5 % de la votación; si bien ganaron en 18 municipios, la representatividad del sol azteca en el Congreso de Michoacán quedó en manos de sólo un diputado.