El jefe del cártel sí tiene quien le escriba
evangelio | 13 abril, 2024

La proliferación de corridos dedicados a jefes de cárteles del narcotráfico parece infinita, con temas que se componen casi todos los días, algunos de los cuales se posicionan en los tops de las plataformas digitales y cuentan con millones de reproducciones en YouTube.

Desde capos muy conocidos como “El Mencho”, “El Chapo” Guzmán y “El Mayo” Zambada, hasta jefes de plazas regionales, todos cuentan con canciones que los enaltecen, creando antihéroes que lejos de ser una leyenda lejana son hombres que actualmente coordinan actividades como el tráfico de drogas, los secuestros, las extorsiones, el cobro de plaza y las ejecuciones diarias.

Quizá el narcotraficante más venerado sea Joaquín Guzmán Loera, fundador del Cártel de Sinaloa, que hoy purga su condena en una cárcel de Colorado, en Estados Unidos.

Uno de los primeros corridos en su honor fue compuesto por Los Tucanes de Tijuana en 1995, cuando el traficante fue capturado en Guatemala: “No soy ningún traficante, decía el Chapo Guzmán, menos jefe de una banda, ni armas me gusta portar, yo soy un agricultor, siembro maíz en Culiacán”, dice una parte del relato amenizado con acordeón.

Antes de su affaire con Belinda y su papel de juez en concursos de televisión, Lupillo Rivera le cantó al Chapo, celebrando su primera fuga en tiempos de Vicente Fox: “El señor se les peló por debajo de la tierra”, señala el cantante, para luego mandar un saludo a Badiraguato, la tierra del capo mexicano.

En la plataforma de Spotify hay decenas de corridos para “el señor Guzmán”, como suelen referirse en señal de respeto.

Pese a ser un narcotraficante que comenzó su carrera delictiva en el siglo pasado, las nuevas generaciones lo siguen idolatrando, especialmente en el subgénero de corridos tumbados, con artistas como Peso Pluma, Luis R Conriquez, Junior H, Natanael Cano, Fuerza Regida, Gabito Ballesteros y Eslabón Armado.

También lo han hecho exponentes de los corridos tradicionales como Los Canelos de Durango, Los Alegres del Barranco y Los Originales de San Juan, sin que falten los tributos en el movimiento alterado con El Komander, Gerardo Ortiz y Los Rojos. Incluso, el rapero Alemán compuso la canción “Chapo Guzmán” en colaboración con Yoga Fire y Gogo Ras, donde se narra cómo un joven sueña con ser jefe de cártel para salir de la pobreza.

Para “El Chapo” y también para “El Mencho”

Aunque en México hay una sangrienta disputa con miles de víctimas mortales por el control de territorios entre el Cartel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), hay artistas que han compuesto corridos para sus dos fundadores, lo que según sus propias versiones son por encargo de los propios capos.

Fuerza Regida y Peso Pluma comenzaron a cantarle al Chapo en sus inicios, con temas como “Igualito a mi apá”, pero ambos fueron amenazados a finales del año pasado en Tijuana, con advertencias impresas en lonas firmadas por los jaliscienses.

Como respuesta, Fuerza Regida publicó semanas después el tema CJNG, incluido en el disco “Pa las babys y belikeada”, donde se enaltece la figura de Nemesio Oceguera Cervantes. Por su parte, Peso Pluma incluyó la canción “Su casa” en el disco Génesis, dedicado a Juan Carlos Valencia González, hijastro de Nemesio, conocido como “El R3”, uno de los narcos más buscados por el gobierno de Estados Unidos y por quien se ofrece una recompensa de cinco millones de dólares.

Los corridos que hablan bien de “el señor Mencho” son cantados por artistas como Enigma Norteño, Voz de Mando, Calibre 50, Martín Castillo, Gerardo Ortiz, Luis R. Conriquez, Revolver Cannabis, Lenin Ramírez, Grupo Máximo Grado, Grupo Renuente, entre decenas más.

También hay tributos para un tercer elemento importante de ese grupo delincuencial: “El doble R”, apodo de Ricardo Ruiz Velasco, con fuerte presencia en Michoacán.

Exponentes como Virlan García, Los Dos Carnales, Grupo 360, Grupo Marca Registrada y Fuerza Regida han mostrado admiración y respeto por él, mientras que “El 50”, con actividad en Tijuana, es otro de los personajes con mayor número de tributos, creación de Luis R Conriquez, Grupo Codiciado y Los Alegres del Barranco, por solo citar a algunos.

Capos de segunda generación

En el mundo del narcotráfico es común que los hijos de importantes capos se inmiscuyan en el mismo negocio. Como sus padres, ellos también tienen corridos para la inmortalidad.

A Ovidio Guzmán, capturado en un segundo intento en Culiacán, le han hecho himnos Código FN, El Komander, Grupo 360, Virlan García, Junior H y Fuerza Regida, aunque quizá el más celebrado es el tema “JGL”, de La Adictiva y el multicitado Luis R Conriquez, quienes dicen extrañar al fundador del cártel, pero al mismo tiempo celebran que sus hijos estén al mando.

De paso, señalan que “Del Culiacanazo no les hablaremos porque no está permitido”, en referencia al primer operativo para atrapar y luego liberar a Ovidio. Su hermano, de nombre Iván, también es referente de corridos tumbados, alterados y tradicionales, interpretados por Enigma Norteño, Grupo Máximo Grado, Peso Pluma, Fuerza Regida y Jasiel Núñez.

El más discreto

“Le apodan el MZ, otros le dicen Padrino”, dice un corrido de Los Tucanes de Tijuana en tributo a Ismael “El Mayo” Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa, cuya única entrevista otorgó al periodista Julio Scherer García para la revista Proceso.

A este discreto jefe de la mafia le han cantado Roberto Tapia, El Fantasma, Los Intocables del Norte, Los Cachorros de Juan Villarreal, Los Elementos de Culiacán, Alfredo Olivas, Hijos de Barrón, Grupo Rebeldía y Escolta de Guerra. A su hijo Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, le cantan Los Ases de Sinaloa, Grupo Arriesgado, Horlando Pacheco, Los Tucanes de Tijuana y Los Buchones de Culiacán.

El sociólogo José Manuel Valenzuela Arce ha escrito en varias ocasiones que prohibir los narcocorridos no soluciona ningún problema y todos los intentos que se han hecho fracasan.

Sobre la tendencia de los temas tumbados, señala que son relatos explícitos que narran la complicidad con figuras del narcotráfico, además de que exaltan la vida bajo los excesos que ofrece el dinero y el hedonismo ilimitado. Mientras el crimen organizado no se acabe, los narcocorridos seguirán porque en las expresiones culturales “no se pueden cerrar los ojos”, dijo en una entrevista reciente.

Una industria millonaria

La cultura alrededor del narcotráfico es una industria que genera ganancias millonarias en México. La música es una de las más consolidadas, pues los artistas obtienen ingresos conforme a las reproducciones de plataformas digitales y desde luego por los conciertos en vivo. Peso Pluma, el más escuchado del género, cobra un rango de 70 mil y 110 mil dólares por cada presentación, aunque hace poco Julio Preciado llegó a decir que el también llamado Doble P se lleva hasta 15 millones de pesos por un espectáculo público y 20 millones por uno privado.

Además del fenómeno que fue “Ella baila sola”, el tapatío tiene temas como PRC (Polvo, Ruedas y Cristal) con más de 620 millones de reproducciones en Spotify, lo que se traduce en 15 millones de pesos a su cuenta bancaria, de acuerdo con la aplicación Sound Campaign, que calcula las ganancias en Spotify.

Natanael Cano y Gabito Ballesteros han logrado más de 181 millones de reproducciones con “Lou Lou” en la misma plataforma, tema que habla sobre uno de los antros más exclusivos de Guadalajara y de paso glorifica al “Señor de la M”, líder el CJNG.

Tan solo por esa canción, ya ganaron más de 4 millones de pesos. Natanael es el precursor de los corridos tumbados, al menos el primer gran éxito de este género, lo que en YouTube le ha generado ingresos aproximados de 2 millones y medio de pesos al mes, considerando que su canal tiene 4 millones 240 mil seguidores y acumula más de 3 mil millones de reproducciones desde 2020.

Los corridos de este tipo no solo hablan de narcotraficantes, sino del glamour que representa el crimen organizado. De ahí que los temas tengan ciertas marcas y productos exclusivos de esos ámbitos, tal como “el polvo rosa”, droga química que se cotiza en 100 euros por cada gramo, o el champagne Dom Perignon Lady Gaga, cuyo precio por botella es de 30 mil pesos. “Esa estructura vale 30 k, no puedes pagar, no te va a alcanzar”, revela la Doble P en uno de sus mayores hits, donde también incluye a la “plumita de wax”, el famoso dispositivo que se usa para vaporizar el cannabis.

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