Ariel Pozzo es uno de los guitarristas más importantes de habla hispana. Con más de 40 años de carrera profesional, es el guitarrista de Miguel Mateos, líder y fundador de Graffiti, además de creador del portal “Musiquiatra”, un referente en el mundo de la guitarra.
Con un dominio magistral de su instrumento, Ariel Pozzo goza de una reputación única dentro de su gremio, pues además de tener casi 30 años en la banda de Miguel Mateos, uno de los artistas argentinos más importantes del mundo, ha trabajado como guitarrista de sesión para músicos de todo el mundo.
“El rock nació como un grito de rebelión contra el sistema. En sus inicios, iba en contra de lo establecido, de las músicas comerciales, del mainstream”, recuerda Ariel, y añade una reflexión que vale la pena tener en cuenta cada vez que una canción nos transporta a un lugar especial: “El rock debe rescatar lo mejor de cada uno y transformarlo en música”.
El músico favorito de un gran músico es una evidencia de la calidad de la influencia, y para Ariel, Alex Lifeson es su preferido, por las razones que él mismo detalla:
“Tiene una manera de visualizar la guitarra en contexto de banda que me fascina, trabaja en capas, texturas, forma ondas sonoras que envuelven la canción al punto tal que lo que menos me interesa de él es su parte solista… Todo lo que tiene que ver con sonido y tratamiento armónico es lo que realmente me impacta de él”.
Para los que tenemos la fortuna de haberlo escuchado, tanto en la ejecución de su instrumento, como en las charlas que brinda a sus miles de seguidores, ¿qué es lo que ayuda a mantener esa llama después de 40 años?
“Desde el primer día tomé la decisión de jamás pararme en un escenario a tocar algo que no me guste. Tuve muchas ofertas para participar en proyectos muy populares y bien pagos que no me agradaban musicalmente, y los rechacé. Por eso siempre que toco, disfruto, porque estoy tocando música que me gusta, esa es la clave”, explica.
Además de Lifeson, Ariel recuerda a los grandes que lo marcaron al principio de su carrera: Ritchie Blackmore, Eddie Van Halen, Jeff Beck, los menciona entre los dioses de la guitarra que le ayudaron a construir su propio camino, sin embargo, un gran músico nunca deja de aprender: “Trato de tomar lo mejor de cada vidriera, me gustan cosas de muchísima gente (…) es un gran grupo que aumenta día a día”.
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Pero más allá de ser un guitarrista talentoso y extremadamente prolífico, Ariel es una persona muy generosa; con un conocimiento sobre música, equipo y guitarras, semejante a una biblioteca, y que desde hace bastantes años lo comparte en su canal de YouTube, en el que sus más de 130 mil suscriptores disfrutan y aprenden con sus charlas, sus entrevistas y sus test, que de manera habitual los regala con una sinceridad y detalle que no se encuentran en otro lugar.
“La información no nos pertenece, por lo tanto, es imposible regalarla. Yo utilizaría la palabra compartir. No hay nada más placentero que compartir información y ver que eso que transmites sirve para que otra persona pueda disfrutar de esa información”, comenta a cerca de su motivación para desempeñarse como un maestro para las decenas de miles de guitarristas que acuden con regularidad a su canal.
Y así como él, millones de jóvenes se aventuran a seguir sus sueños en las seis cuerdas, a sabiendas de que muy probablemente nunca lleguen a la meta que en un principio les marcaba su ilusión. Para ellos, Ariel tiene, más que un consejo, una lección para de vida:
“Le aconsejaría que deje de pensar en el exterior y piense en el interior. La guitarra es alguien que jamás te va a fallar, jamás te va a engañar, jamás te va a abandonar y va a estar siempre a tu lado cuando la necesites”.
Y añade, dejando claro qué es lo trascendente en la música: “Cuando yo me siento triste, tomo mi guitarra y automáticamente me siento mejor. El hecho de que uno haga una carrera con ella o no, es irrelevante en ese sentido… La guitarra es una sanadora, esa pastilla que quita los dolores y por eso, siempre hay que tener una cerca”.
No es un secreto que, en este tiempo, el rock no goza de la popularidad que ha tenido en otras épocas; sin embargo, Ariel encuentra en este escenario la situación idónea: “Creo que el rock en este momento tiene el lugar que debe tener… Debe ser la música alternativa para la gente que busca algo más, es donde vas a encontrar a los artistas que realmente tienen algo para decir”.
Pero sabe que es pasajero, porque el rock no se trata de una moda, y aunque parezca cliché, es un estilo de vida, un estilo que no se discute y no se negocia, porque “como todo en esta vida es un vaivén, tarde o temprano la ola volverá a golpear y recuperará el terreno que ha perdido en los últimos años”, y Ariel lo sabe.
Millones de personas han escuchado la música de Ariel Pozzo, probablemente algunos sin saber que es él quien hace sonar la guitarra, pero sin duda, la nobleza de una persona resulta palpable en lo que deja a los demás, y el trabajo que desempeña, tanto con Musiquiatra como con su canal de YouTube. Es un legado que toca las vidas de muchas personas.
“Para mí lo más apasionante es compartir información, es lo que dejamos en esta vida. Mi visión de porqué estoy en este mundo es para aprender y compartir… Para mí, si un día termina y no he aprendido algo nuevo, es un día desperdiciado. Y toda esa información que uno recaba debe ser compartida, porque si no, no tiene sentido”… Tan sólo eso.