El misterio de la eterna sonrisa de la Mona Lisa
evangelio | 13 octubre, 2024

La Gioconda, más conocida como la Mona Lisa, es quizás la obra más emblemática del polímata florentino Leonardo da Vinci.

El retrato, que ha fascinado a generaciones con su enigmática sonrisa, fue concebido a principios del siglo XVI y está destinado a ser la representación de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, un comerciante de telas en Florencia.

La pintura mundialmente famosa se encuentra expuesta en el Museo del Louvre, donde atrae a millones de visitantes que anhelan contemplar su icónica expresión. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es: ¿Realmente sonríe la Mona Lisa?

Un equipo de científicos del Centro Médico de la Universidad de Friburgo llevó a cabo un experimento en el que manipularon la curvatura de la boca del retrato para evaluar cómo esta variación podría influir en la percepción de los observadores.

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Presentaron a un grupo de 12 participantes una copia de la Mona Lisa junto a ocho variantes que representaban diferentes grados de felicidad y tristeza.

Tras observar las imágenes en orden aleatorio en 30 ocasiones, los participantes concluyeron que la versión original de la Mona Lisa era percibida consistentemente como una expresión de felicidad.

Por el contrario, las variantes más ambiguas revelaban una caída notable en la curvatura de la boca, lo que generaba en los espectadores una interpretación más triste.

Los investigadores notaron que la expresión facial de la modelo era menos ambigua de lo que se había considerado previamente.

El coautor del estudio e investigador del Instituto de Psicología y Salud Mental de Friburgo, Jürgen Kornmeier, advirtió sobre la subjetividad de la percepción emocional.

“Nuestra percepción, por ejemplo, de si algo es triste o feliz, no es absoluta, sino que se adapta al entorno con una velocidad asombrosa”, explicó Kornmeier.

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