Después de una euforia global que catapultó a los Tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés) a alcanzar precios de más de un millón de dólares, en 2023 su valor ha caído en picada.

Los NFT se tratan de piezas digitales únicas, a menudo obras de arte o colecciones que contienen un registro infalsificable con detalles del creador, el dueño, el número de copias, entre otros datos, y a finales de 2021 revolucionaron el mundo de los activos digitales.

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Cuando se desplomó el valor de las criptomonedas a mediados de 2022, los NFT sufrieron una suerte similar, tanto, que en la actualidad, el 95 % de dichos activos criptográficos no tiene ningún valor de reventa.

Casi 23 millones de personas son los poseedores de los NFT sin valor y únicamente el 1 % del total tiene un precio de más de seis mil dólares.

Los inversionistas siempre supieron que el valor de los NFT estaba sujeto al valor de las criptomonedas, como cualquier instrumento de especulación financiera se trataba de apuestas de muy alto riesgo, pero al mismo tiempo podían representar jugosos dividendos.