El Papa Francisco fue sepultado este sábado en la basílica de Santa María la Mayor en Roma, concluyendo un pontificado de doce años que dejó una profunda huella en la Iglesia católica y en el mundo.

El entierro, realizado fuera de los muros del Vaticano por primera vez desde 1903, fue la culminación de una emotiva despedida que reunió a cerca de 400 mil personas en las calles de la capital italiana.

El féretro recorrió lugares emblemáticos como el Coliseo en el papamóvil, vehículo que simbolizó su cercanía al pueblo. La misa funeral se llevó a cabo en la plaza de San Pedro, mientras que el sepelio fue una ceremonia privada con la asistencia de familiares y representantes de todo el mundo.

Su tumba, de mármol blanco y sencilla, lleva únicamente la inscripción “Franciscus”.

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El fallecimiento del primer papa latinoamericano provocó homenajes y vigilias en diversas partes del mundo, desde Argentina hasta Tailandia.

Su legado, basado en la defensa de los migrantes, el medio ambiente y la justicia social, fue recordado por líderes religiosos y políticos presentes en Roma, incluidos Donald Trump, Volodímir Zelenski, Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva y los reyes de España.

Jorge Mario Bergoglio, elegido papa el 13 de marzo de 2013, será recordado por su estilo sencillo y su impulso a reformas dentro de la Iglesia, incluyendo un mayor papel para mujeres y laicos, así como su firme combate a la pederastia clerical.

El cónclave para elegir a su sucesor se convocará entre 15 y 20 días después de su fallecimiento.