La Iglesia Católica se prepara para elegir al sucesor del papa Francisco, por lo que el Vaticano anunció que el cónclave para la elección del nuevo Papa comenzará el 7 de mayo.

Los 252 cardenales de la Iglesia Católica fueron convocados a Roma tras la muerte del Papa Francisco, pero solo 135, los menores de 80 años, participarán en la elección.

De ellos, 80 % fueron designados por Francisco, reflejando una diversidad geográfica con representación de regiones históricamente poco representadas; sin embargo, Europa aún mantiene el bloque más grande de votantes. El proceso de elección se llevará a cabo en la capilla Sixtina.

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Los cardenales participarán el miércoles en una misa solemne en la Basílica de San Pedro, tras la cual se encerrarán para iniciar el proceso de votación secreto; el Museo Vaticano anunció el cierre de la capilla Sixtina en preparación para el evento.

El cónclave, un término que proviene del latín “cum clavis” (bajo llave), implica el aislamiento total de los cardenales, quienes juran mantener el secreto sobre las deliberaciones bajo pena de excomunión.

Durante el proceso, se prohíben los teléfonos inteligentes y el acceso a internet, y se limita el contacto con el mundo exterior.

Las votaciones se realizarán cuatro veces al día, hasta que un candidato obtenga dos tercios de los votos.

La fumata blanca o negra, visible desde la plaza de San Pedro, indicará si se ha logrado o no la elección del nuevo Papa.