El racismo se ha convertido en el tema central del debate político y mediático en Finlandia, el Gobierno del país nórdico, considerado el más derechista en la historia del país, ha estado inmerso en una profunda crisis desde su formación a finales de junio.

La crisis se ha desatado debido a una serie de antiguos comentarios racistas de varios ministros de ultraderecha que han salido a la luz pública en las últimas semanas, ya que han generado una gran controversia y han revelado vínculos con grupos neonazis.

“¿Alguien se apunta a escupir mendigos y golpear niños negros?”, es uno de los escritos en internet realizados por Riikka Purra, actual ministra de Finanzas, además se refirió a los inmigrantes de Turquía cómo “monos turcos”, a los musulmanes cómo “penes moka”.

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Los ciudadanos y los medios de comunicación han cuestionado la capacidad del Ejecutivo para representar a toda la población de Finlandia y han expresado su preocupación por la proliferación del discurso de odio y la xenofobia en el país.

Se espera que el Gobierno lleve a cabo investigaciones sobre los comentarios racistas y los posibles vínculos con grupos extremistas.

Para encarar la crisis se ha convocado a debates y diálogos en el Parlamento para abordar el racismo en Finlandia y encontrar soluciones para promover la inclusión y la diversidad.