Las empresas mexicanas, desde grandes corporaciones hasta pequeñas firmas, se están preparando para los cambios operativos que podría traer consigo la propuesta de reforma que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas.

Ese cambio legislativo, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum y el legislativo, ha generado una serie de estrategias entre los empresarios para adaptarse.

El gerente de Asuntos Corporativos de Oxxo, Armando Novoa, aseguró que para su cadena de tiendas de conveniencia, la reducción de horas implicaría la necesidad de contratar más personal.

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“Haremos ajustes operativos en los horarios y buscaremos cumplir con la nueva regulación, incrementando nuestro equipo de trabajo”, afirmó.

Por su parte, Antonio Fajer, CEO de Pentafon, una empresa de centros de contacto en México, advirtió que la reforma podría obligar a la compañía a buscar mercados más rentables en el extranjero.

“No podríamos absorber el impacto de la reducción de jornada; tendríamos que operar desde otros países”, comentó Fajer, quien ya ha expandido operaciones en Latinoamérica.

Además, mencionó la posibilidad de aumentar el uso de inteligencia artificial para optimizar operaciones en sus centros de contacto.