A pesar de los esfuerzos del alcalde Alfonso Martínez Alcázar por destacar la implementación de un sistema de vigilancia con cámaras en toda la ciudad, la ola de asesinatos, robos y extorsiones no cede en Morelia.
Durante los últimos dos años, Morelia ha experimentado un aumento constante en la violencia y la ingobernabilidad, tal como lo revelan diversos estudios realizados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, así como investigaciones independientes.
El alcalde Alfonso Martínez ha enfatizado la implementación de un sistema de cámaras de seguridad en puntos estratégicos de la ciudad. Según sus declaraciones, estas cámaras estarían siendo monitoreadas de manera constante por el personal de la Policía Morelia, con el objetivo de prevenir y combatir los delitos que aquejan a la población.
El problema
Sin embargo, la realidad parece contradecir las afirmaciones del alcalde. A pesar de la presencia de estas cámaras, los casos de asaltos a mano armada, homicidios, extorsiones y ataques incendiarios a negocios han continuado sin freno en Morelia. Los ciudadanos expresan su creciente preocupación por la falta de resultados tangibles en cuanto a la mejora de la seguridad pública.
Uno de los incidentes que recientemente atrajo la atención nacional fue el incendio de un edificio comercial conocido como “Vertical”. Se sospecha que este acto fue perpetrado como consecuencia de una extorsión no pagada a un grupo criminal. A pesar de la magnitud del incidente y de la atención mediática que recibió, hasta la fecha no se ha logrado identificar ni detener a los responsables.
Este episodio resalta la persistente inseguridad que prevalece en Morelia a pesar de los esfuerzos anunciados por las autoridades. La falta de resultados concretos ha generado críticas tanto hacia el alcalde Alfonso Martínez como hacia la efectividad de las medidas de seguridad implementadas en la ciudad.
A pesar de la implementación del sistema de cámaras de seguridad, los índices de violencia y delincuencia continúan en aumento, lo que genera preocupación y frustración entre los habitantes de la ciudad.