El Acuerdo de París, tratado internacional sobre el cambio climático, sigue marcando el rumbo de la lucha contra el calentamiento global.
Adoptado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París el 12 de diciembre de 2015, y en vigor desde el 4 de noviembre de 2016, el acuerdo cuenta ya con la firma de 194 partes, incluyendo 193 países y la Unión Europea.
Sin embargo, Estados Unidos ha anunciado su intención de retirarse de sus compromisos en 2025.
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Entre sus principales objetivos, el Acuerdo busca limitar el aumento de la temperatura global a muy por debajo de 2 °C, con un ambicioso reto de no sobrepasar 1.5 °C en comparación con los niveles preindustriales.
Para lograrlo, se estipula una fuerte reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el compromiso de los países a revisar sus acciones cada cinco años.
Además, el tratado contempla el apoyo financiero y técnico a naciones en desarrollo para fortalecer su capacidad de adaptación y mitigar los efectos del cambio climático.
Las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) son la herramienta clave mediante la cual cada país comunica sus planes de acción climática.