Teniendo la expectativa de superar la afluencia de 400 mil visitantes que se registró el año pasado, del 28 de septiembre al 17 de diciembre se realizará la edición número 24 de la Feria de la Esfera en el municipio de Tlalpujahua, Michoacán.

En rueda de prensa, autoridades del Ayuntamiento de dicho municipio informaron que al año se producen alrededor de 30 millones de esferas, con las que prácticamente abastecen a todo el país, de ahí que resaltaran la importancia de esta feria que, precisaron, genera una derrama económica superior a los 255 millones de pesos.

Adicional a la venta de esferas, se detalló que el 10 de noviembre se realizará el encendido del árbol navideño, en tanto que un día después se llevará a cabo el tradicional desfile por las principales calles de la demarcación.

Si bien Tlalpujahua cuenta con más de 400 habitaciones en sus hoteles, recomendaron comunicarse previamente con los establecimientos antes de viajar, puesto que aseguraron que hay turistas que reservan con un año de anticipación, sobre todo en fines de semana.

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Por otra parte, señalaron que es en el puente feriado del 20 de noviembre cuando más visitantes suelen recibir, ya que por día se llegan a tener hasta 40 mil turistas caminando por las calles.

“Es justamente en noviembre cuando se llega a presentar desabasto de esferas por la cantidad de piezas que vendemos, pero lo que hacemos es trabajar a marchas forzadas, sobre todo en productos que están catalogados como los preferidos de la gente”, complementó la representante de los artesanos del Auditorio Municipal, María Salud Sánchez Colín.

La artesana celebró que en Tlalpujahua la tradición de las esferas sigue más fuerte que nunca, ya que argumentó que siguen surgiendo nuevas generaciones dispuestas a dedicarse al oficio con negocios propios.

¿Por qué Tlalpujahua es la capital de la esfera?

A mediados de la década de los 50, Joaquín Muñoz, quien es originario del municipio, emigró a Estados Unidos y ahí aprendió todo sobre el proceso de la elaboración de esferas.

Posteriormente, a su regreso a Michoacán, instaló una fábrica de esferas, donde aproximadamente mil trabajadores se dedicaban a esta artesanía, por lo que de a poco el conocimiento se fue transmitiendo a toda la comunidad.

Luego de varios años la fábrica llegó a su final, pero la mayoría de los empleados decidieron instaurar sus propios talleres y con el paso del tiempo las esferas se fueron convirtiendo una tradición que pasa de generación en generación en Tlalpujahua.