Aunque Chichén Itzá sigue siendo el destino arqueológico más visitado de México, su creciente masificación y costos elevados han hecho que muchos viajeros busquen alternativas menos saturadas.
Tres sitios mayas, Palenque, Calakmul y Uxmal, ofrecen una experiencia arqueológica profunda, rodeada de naturaleza y misticismo, sin las multitudes de la famosa ciudad yucateca.
En Chiapas, Palenque emerge de la Selva Lacandona con sus pirámides escalonadas, su arquitectura funeraria y una vasta extensión en la que apenas se ha explorado el 10 % del sitio.
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La cripta del gobernante Pakal y su icónica máscara de jade siguen fascinando a los arqueólogos y visitantes. El lugar cuenta con una oferta hotelera ecológica para quienes deseen adentrarse en el corazón de la selva.
Calakmul, en Campeche, se alza como una ciudad legendaria entre árboles centenarios. Su red de sacbés y sus pirámides ocultas entre lianas la convierten en una aventura de descubrimiento.
Declarada Patrimonio Mundial Mixto por la Unesco desde 2014 por su valor natural y cultural, Calakmul ofrece una experiencia inmersiva en la historia y la biodiversidad del sureste mexicano.
Uxmal, a solo una hora de Mérida, deslumbra con su arquitectura puuc y sus alineaciones astronómicas. Su Pirámide del Adivino y la legendaria Casa del Enano cautivan a quienes buscan comprender el legado cosmológico de los mayas.
Con acceso más sencillo y precios moderados, Uxmal se consolida como una alternativa ideal para explorar sin prisas.