En enero, la inflación en México registró un incremento, sumando tres meses consecutivos al alza, alcanzando una tasa anual de 4.88 % y llegar a su variación más alta de los últimos siete meses, así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Gran parte de la inflación de enero se debe al incremento mensual de 9.53 % en el primer mes del año y un incremento exagerado de 21.78 % anual de las frutas y verduras, con una repercusión directa al alza para el índice general.
En enero, los productos genéricos que más contribuyeron al aumento de la inflación fueron el jitomate, la cebolla, los establecimientos de comida rápida, los cigarrillos, el gas doméstico LP, la vivienda propia, los restaurantes similares, los refrescos envasados, la calabacita y el derecho por suministro de agua.
Te puede interesar: La inflación castiga bolsillos de los mexicanos
Por otro lado, los productos genéricos que contribuyeron a la disminución de la inflación fueron el transporte aéreo, el huevo, el chile poblano, los servicios turísticos en paquete, la papaya, el azúcar, la zanahoria, otros chiles frescos, el chile serrano y los alimentos para mascotas.
La inflación general, que ha estado por encima del rango objetivo de estabilidad de precios del Banco de México (entre 3 % y 4 %) durante 35 meses, también se vio afectada por los servicios, con una inflación anual del 5.25 %, y los productos agropecuarios, con una inflación anual del 9.75 % en enero.
A pesar de que el Índice Nacional de Precios al Consumidor presenta un efecto adverso de base, el impacto negativo desde diciembre debido al fuerte aumento en los precios de las frutas y verduras aceleró la inflación.
Además, la atención está puesta en las sequías y los problemas geopolíticos que podrían generar una crisis en las cadenas de suministro.