Las mascotas pasaron de ser animales de compañía a ser parte de las familias, y muerte siempre será un momento doloroso, por lo que muchos dueños optan por enterrar a su amigo peludo en el jardín o patio de su casa, sin embargo, esto puede afectar severamente la salud de su familia.

Por cuestiones de prevención y control está prohibido sepultar mascotas en espacios públicos. Si las causas del fallecimiento es alguna enfermedad como el parvovirus, taxoplasmosis o salmonelosis, podría contagiar a otros animales y hasta a las personas.

Otro riesgo se presenta cuando a la mascota se le inyectó un fármaco pentobarbital; sustancia que puede permanecer en el cuerpo del animal hasta por un año. Lo cual representa un peligro para animales que escarben en la zona.

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La Ley de Protección a los Animales prohíbe sepultar a animales en lugares no autorizados en la Ciudad de México. Del mismo modo marca que se deben incinerar, de lo contrario se debe enterrar en un cementerio para animales.

Cuando la mascota fallece de causas naturales dentro del hogar, es necesario llamar al veterinario para que retire al animal muerto.

En la capital del país se encuentra un crematorio público para mascotas llamado Xooloitzcuincle, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, y recibe todo tipo de animal doméstico.