Durante la madrugada de este jueves, el huracán “Erick” ingresó a tierra en en Santiago Pinotepa Nacional, en Oaxaca, como un ciclón de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de hasta 205 km/h y rachas que alcanzaron los 250 km/h.
El fenómeno se desplaza al noroeste a 15 km/h, afectando con fuerza a estados del sur y sureste del país.
El Centro Nacional de Huracanes de EUA advirtió sobre lluvias torrenciales, posibles inundaciones y deslaves que representan un alto riesgo para la población, especialmente en zonas montañosas de Oaxaca y Guerrero.
Las lluvias más intensas se reportan en Guerrero y Oaxaca, donde se acumulan hasta 250 mm de precipitación, mientras que en Chiapas, Veracruz (sur) y Puebla (sur) las lluvias alcanzan intensidades menores pero significativas.
Las condiciones de viento también son severas: se registran ráfagas de hasta 220 km/h en las costas de Oaxaca y oriente de Guerrero, así como oleaje de entre 8 y 10 metros y mareas ciclónicas de hasta 3.5 metros, lo cual incrementa el riesgo de inundaciones costeras.
Las autoridades han establecido zonas de prevención y vigilancia por huracán desde Acapulco hasta Puerto Ángel y zonas de tormenta tropical desde Técpan de Galeana hasta Salina Cruz.
Aunque se prevé que “Erick” se debilite rápidamente al internarse en territorio montañoso y que se disipe durante la noche, sus efectos persistirán a lo largo del día en varios estados, por lo que se recomienda no bajar la guardia.
La presidenta Claudia Sheinbaum llamó a la población a no salir de casa y buscar refugio en zonas seguras. Más de dos mil albergues están listos y se ha desplegado personal militar como parte del plan de contingencia.
En Acapulco, donde en 2023 el huracán “Otis” dejó decenas de muertos, la población se ha volcado nuevamente a comprar víveres y gasolina ante el temor de un nuevo desastre.
En septiembre de 2024, la misma región fue azotada por el huracán “John”, que causó al menos 15 fallecimientos.