De acuerdo con las cifras más recientes disponibles, en 2022 se registraron siete mil 255 nacimientos de embarazos en niñas de hasta 14 años, en tanto que, en adolescentes de entre 15 y 19 años, la cifra se elevó a 259 mil 702.
La Tasa Específica de Fecundidad de Adolescente es de 60.3 nacimientos por cada mil adolescentes; sion embargo, en 2015 era de 72.4 por cada mil, lo que refleja una reducción de 16 %.
Las altas tasas de embarazo en niñas y adolescentes sugieren que ha habido deficiencias en el acceso a la educación sexual integral y a los servicios de salud ginecológica y prevención sexual durante los primeros años de vida.
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El embarazo adolescente y el matrimonio infantil son una de las principales razones por las que los estudiantes abandonan la educación básica. Además, quienes se convierten en madres a una edad temprana enfrentan mayores tasas de desempleo y menores ingresos.
En México, la mayoría de las personas inician su vida sexual activa entre los 14 y 19 años, pero a pesar de tener conocimiento sobre métodos anticonceptivos, casi el 60 % de quienes tienen actividad sexual no los utilizan.
Por lo tanto, es crucial reformar los planes de estudio desde la educación básica, lanzar campañas de educación sexual en comunidades marginadas, así como hacer que los métodos de prevención sexual y planificación familiar sean gratuitos y accesibles para todos.
Por otro lado, es esencial eliminar la criminalización de las mujeres que deciden interrumpir voluntariamente sus embarazos.