La esclavitud infantil en México no solo persiste, sino que ha evolucionado para adoptar nuevas y alarmantes formas, según advirtió Carmen Gabriela Ruiz Serrano, profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, en el marco del Día Mundial contra la Esclavitud Infantil.
Modalidades como la explotación sexual, el trabajo forzado, la mendicidad, el sicariato y el reclutamiento para el crimen organizado continúan afectando gravemente a la niñez y adolescencia en el país.
Además, la digitalización ha creado nuevos escenarios de explotación, incluyendo la extorsión digital y el aprovechamiento de contenido infantil en redes sociales.
“La digitalización amplía y complejiza la esclavitud infantil, la cual tiene hoy nuevas formas de explotación cuando obligan a una niña, niño o adolescente a ser un extorsionador digital, o cuando los adultos aprovechan para sus fines contenidos infantiles en las redes sociales”, señaló Ruiz Serrano.
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El Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2024 confirma la tendencia del incremento de la mendicidad forzada y el involucramiento de menores en actividades criminales.
Si bien no existen cifras exactas, entre 2017 y 2021 se documentaron alrededor de tres mil 800 carpetas de investigación por trata de personas.
Se estima que el reclutamiento de menores para actividades delictivas pudo haber crecido exponencialmente tras la pandemia, pasando de 30 mil a 150 mil casos.
La especialista de la UNAM urgió a fortalecer la protección familiar y escolar, factores clave para evitar que los menores sean atraídos por grupos criminales.
Asimismo, hizo un llamado a los padres de familia para acompañar de manera más sensible a sus hijos, alertando sobre la precarización de las familias y la creciente presencia de explotación sexual infantil incluso en etapas preescolares.