Cuando se aproxima el 12 de diciembre, un flujo constante de fieles creyentes se dirige al Santuario de la Virgen de Guadalupe, en Morelia, buscando expresar gratitud y solicitar bendiciones para sus necesidades.

Como es tradición, el recinto ha sido testigo de innumerables testimonios de fe y devoción, año con año miles de feligreses se dan cita para ofrecer sus oraciones y muestras de agradecimiento a la virgen morena.

Los comerciantes aprovechan la festividad religiosa para acondicionar un colorido mercado en las cercanías del santuario, en el que ofrecen sus productos, de entre los que destacan las tradicionales cañas de azúcar y cacahuates, agregando un toque especial a la experiencia espiritual.

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Los futbolitos le añaden un toque único que fomenta la convivencia de amigos y familias, sumado a los puestos de comida que exhiben la riqueza gastronómica local, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de saborear platillos tradicionales.

La esencia de la verbena de la Calzada de San Miguel se refleja no solo en la espiritualidad del santuario, sino también en la vibrante vida de mercado que rodea el área, donde las familias se reúnen para disfrutar de delicias culinarias y explorar las ofertas de los comerciantes locales.

La tradición también atrae a aquellos en busca de entretenimiento; los juegos mecánicos danzan con luces brillantes, ofreciendo diversión para todas las edades.

La fusión única de lo espiritual y lo festivo crea una experiencia imperdible que une a la comunidad en celebración y devoción, demostrando que la fe puede florecer en medio de la alegría y la tradición arraigada en lo más profundo de la cultura local.