Los estados de Misisipi, Ohio, Virginia Occidental y Carolina del Sur anunciaron este lunes el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional hacia Washington, en respaldo a la estrategia del presidente Donald Trump para lo que calificó como “limpiar” la capital de pandillas.
El movimiento ha generado tensiones con la administración local, encabezada por la alcaldesa Muriel Bowser, del Partido Demócrata.
El gobernador de Misisipi, Tate Reeves, informó que unos 200 soldados de la Guardia Nacional de su estado fueron autorizados para reforzar las acciones de Trump.
A esta decisión se sumaron los gobiernos de Ohio, que enviará 150 reservistas; Carolina del Sur, con unos 200 elementos; y Virginia Occidental, que desplegará alrededor de 350, de los cuales algunos ya llegaron a la capital federal.
Con esta medida, cerca de 700 soldados se unirán a los 800 miembros de la Guardia Nacional que ya operan en Washington, como parte del plan del presidente republicano de imponer el orden en una ciudad administrada por demócratas. La semana pasada, Trump advirtió que pondría la capital bajo control de su gobierno si era necesario recurrir a las fuerzas estatales.
La alcaldesa Bowser respondió que los índices de violencia en Washington se encuentran “en su punto más bajo en 30 años”, cuestionando la justificación del despliegue. No obstante, esta no es la primera vez que Trump recurre a la Guardia Nacional; en junio, ordenó su despliegue en Los Ángeles para contener protestas contra su política migratoria.