El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump analiza una posible reducción de los aranceles a las importaciones provenientes de China, que actualmente se sitúan en el 145 %.

Esta medida, considerada un posible paso hacia la distensión en la prolongada guerra comercial entre ambas potencias, incluiría aranceles escalonados entre 35 % y 100 %, dependiendo del impacto de los productos en la seguridad nacional.

Entre los artículos a los que se planea reducir o eliminar aranceles se encuentran autopartes, así como productos de acero y aluminio. La decisión, según el Financial Times, busca también frenar la entrada de fentanilo al país.

Sin embargo, el arancel del 25 % sobre autos importados y otro del mismo porcentaje sobre autopartes seguirían vigentes, este último a partir del 3 de mayo.

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La sola posibilidad de una reducción ha tenido efectos inmediatos en los mercados. Las acciones de compañías automotrices como General Motors, Ford y Stellantis mostraron incrementos significativos en sus valores, mientras que la Bolsa de París cerró al alza impulsada por el sector industrial y del lujo francés, tradicionalmente sensible a las políticas arancelarias de Washington.

Desde Pekín, el portavoz de Exteriores Guo Jiakun señaló que Estados Unidos debe cesar la presión y optar por el respeto mutuo si realmente busca resolver las tensiones mediante el diálogo.

China ha dejado claro que no aceptará pactos que comprometan sus intereses, especialmente si surgen por presión indirecta a través de terceros países.