La cultura no ha sido un tema muy mediático en las campañas electorales, el tema ha sido opacado por discusiones de seguridad, salud, educación y política económica. Sin embargo, las dos candidatas y el candidato incluyeron propuestas alusivas en sus plataformas de gobierno para el periodo 2024-2030.

En el caso de la morenista Claudia Sheinbaum, hay personajes de la cultura que le han brindado abiertamente su apoyo, tales como la cantante Regina Orozco, quien fue nombrada coordinadora de enlace con la comunidad cultural.

Por su parte, Xóchitl Gálvez tiene como principal asesora en esa materia a Consuelo Sáizar, quien fue titular del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y el Fondo de Cultura Económica en los gobiernos panistas.

Sheinbaum apuesta por semilleros creativos

En la página oficial de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, se habla de ampliar el programa conocido como Semilleros Creativos para la Construcción de la Paz, además de crear nuevas universidades dedicadas a las artes.

También promete generar las condiciones para que los artistas de México puedan desarrollar su actividad y reciban una remuneración justa por su trabajo con seguridad social, además de promover el acceso a la cultura en todos los ámbitos.

Sin dar demasiados detalles, se afirma que su gobierno seguirá impulsando “el reconocimiento de la grandeza cultural de México y la recuperación de la memoria histórica, apoyando el rescate y el cuidado del patrimonio nacional”. Para promover una república de lectores, van a fomentar círculos de lectura en todos los ámbitos, incluyendo los sectores educativo y laboral, con redes de librerías, bibliotecas populares, ferias del libro, así como la producción de libros a bajo costo y bibliotecas digitales de libre acceso.

Xóchitl promete presupuesto histórico

La candidata del PRI, PAN y PRD se compromete a tener el mayor presupuesto cultural en toda la historia, además de incrementarlo gradualmente durante su sexenio. Su equipo establece que la promoción al arte iniciará en la educación básica y se va a concretar con la creación de tres universidades de las Artes, dos escuelas de Antropología e Historia y dos escuelas técnicas de guías de turistas certificados en diversos estados del país.

En otro de sus puntos, prometen la mayor creación de infraestructura cultural de este siglo. En específico, el eventual gobierno de Gálvez construiría dos estudios de filmación en distintos estados de la república; cuatro mediatecas, un centro cultural en el norte del país con un teatro, una sala de conciertos, una cineteca y una librería; y la construcción de un conjunto artístico en el actual Centro Cultural del Bosque en la Ciudad de México con diez teatros de distinto tamaño, salas de ensayo y una sala de conciertos.

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Con Xóchitl en la Presidencia, se promete que habrá el mayor número de becas en la historia del país para estudiantes de arte, artistas, creadores y agentes culturales que deseen estudiar en México y/o en el extranjero. También subrayan que el acceso a los derechos culturales se dará a través de distintos medios, incluyendo los canales de televisión pública.

Otros puntos son: seguridad social para trabajadores del ramo, estímulos fiscales para quienes inviertan en cultura, una bolsa de mil millones de pesos para actividades en municipios y una estrategia para retomar la promoción artística a nivel internacional.

Máynez daría vales para entrar a conciertos y otros espectáculos

El candidato de Movimiento Ciudadano es más cauto y se compromete a un presupuesto que no sea inferior, en términos reales, al del ejercicio del año fiscal anterior. Además, propone incrementarlo en la misma proporción en que se prevea el crecimiento del producto interno bruto.

Si se convierte en presidente, Máynez dará vales culturales a los estudiantes, mismos que podrán usar para entrar a conciertos, obras de teatro, danza, entre otros, con lo que de paso ayudará a los creadores y productores.

Para garantizar el ejercicio pleno de los derechos culturales, el aspirante naranja propone reivindicar las culturas urbanas y demás comunidades culturales existentes en nuestro país, para eliminar elementos de estigmatización y exclusión.

Por otra parte, crearía las Procuradurías de Derechos Culturales y la recuperación de los espacios públicos, en particular para las personas en situación de vulnerabilidad. Por último, habría programas de difusión y desarrollo de la cultura, fomentando la diversidad cultural y el respeto a la libertad creativa.