Las comunidades escolares de Zacapu y La Piedad fueron escenario de una jornada intensiva de trabajo enfocada en la permanencia educativa y la construcción de entornos más seguros para estudiantes de la región.

Como parte de la estrategia Jalo a Estudiar, Jalo por la Paz, se reunieron familias, docentes y personal educativo para abordar de manera directa los desafíos que impactan la continuidad académica y el clima social en el Bajío de Michoacán.

La actividad se centró en mecanismos de escucha y diálogo que permitieran identificar las necesidades más urgentes dentro de los planteles. Durante los encuentros, madres, padres, profesorado y estudiantes compartieron experiencias relacionadas con infraestructura, acompañamiento escolar y problemáticas comunitarias que influyen en la vida cotidiana de los centros educativos.

El objetivo principal fue recoger información del territorio para fortalecer acciones que apoyen la permanencia escolar y fomenten entornos de paz.

Zacapu y La Piedad, con matrículas de 19 mil 594 y 27 mil 975 estudiantes respectivamente, fueron considerados puntos clave debido al volumen de población estudiantil y a los retos específicos que enfrentan.

En ambos municipios se impulsaron acuerdos para reforzar la vinculación entre comunidad y escuela, mejorar el acompañamiento a las y los jóvenes y atender situaciones que afectan el desarrollo académico.

Representantes municipales y directivos escolares participaron en la jornada para aportar contexto local, con el fin de consolidar una ruta de trabajo que permita sostener iniciativas de apoyo educativo y fortalecer la confianza comunitaria en torno a la escuela.