Un nuevo estudio de la Universidad de Chicago desecha la creencia de que las personas que beben alcohol lo hacen únicamente para aliviar su malestar emocional, especialmente en el contexto de la depresión.
Publicado el 1 de febrero en el “American Journal of Psychiatry”, la investigación muestra que aquellos con trastorno por consumo de alcohol (AUD) y depresión experimentan niveles significativos de placer al beber, similares a los de quienes no enfrentan esos problemas.
Los investigadores analizaron los patrones de consumo de 232 adultos entre 21 y 35 años, identificando que los efectos positivos del alcohol eran notoriamente más intensos en quienes tenían AUD, independientemente de su estado depresivo.
Te puede interesar: Más de 7 mil establecimientos venden alcohol en Morelia
La autora principal, Andrea King, señala que “los tratamientos suelen enfocarse en reducir el estrés y los síntomas depresivos, pero es fundamental considerar la estimulación y el deseo de consumir más alcohol, pues son factores que afectan tanto a personas con como sin depresión”.
El estudio, el cual involucró un seguimiento por medio de smartphones, reveló que aunque el alcohol mejora temporariamente el estado de ánimo, esa reducción de sentimientos negativos es modesta.
Los hallazgos podrían tener importantes implicaciones para el tratamiento del AUD y la depresión, sugiriendo que es necesario un enfoque más holístico que no solo aborde los síntomas, sino también los mecanismos de recompensa asociados al consumo de alcohol.
La próxima fase del trabajo de King explorará si los adultos mayores que han padecido AUD durante décadas mantienen esa sensibilidad al placer asociado con el alcohol, poniendo a prueba teorías prevalentes en el campo.