La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de Yeztugo, un nuevo tratamiento preventivo contra el VIH desarrollado por el laboratorio Gilead.
El medicamento, basado en la molécula lenacapavir, consiste en solo dos inyecciones al año y ha demostrado reducir en más del 99.9 % el riesgo de transmisión en adultos y adolescentes.
La innovación ha sido celebrada como un hito científico con el potencial de transformar la lucha contra el SIDA.
Yeztugo se presenta como una alternativa de largo plazo a la tradicional profilaxis oral diaria, lo que podría mejorar el cumplimiento del tratamiento en poblaciones vulnerables.
No obstante, su elevado costo, hasta 25 mil dólares anuales, ha generado críticas sobre su accesibilidad.
Expertos como Andrew Hill, de la Universidad de Liverpool, afirman que la molécula podría producirse a gran escala por tan solo 25 dólares al año.
Organismos internacionales han instado a Gilead a fijar precios accesibles y garantizar una distribución equitativa.
Con el objetivo de ampliar su disponibilidad, Gilead firmó acuerdos con seis farmacéuticas para fabricar versiones genéricas en 120 países de ingresos bajos y medios, aunque su implementación aún tomará tiempo.
Además, pactó con el Fondo Mundial la adquisición de dosis para dos millones de personas. Sin embargo, los recortes presupuestarios del gobierno de Donald Trump amenazan con frenar estos esfuerzos en el corto plazo.
Los ensayos clínicos que avalan la eficacia de Yeztugo incluyeron a más de cuatro mil participantes en África y en comunidades de género diverso, con resultados calificados como “avance del año” por la revista Science.
En México, donde hasta el cierre de 2024 se han reportado casi 19 mil casos de VIH, el acceso a tratamientos innovadores como éste podría ser clave para contener la epidemia.