Funcionarios del gobierno de Estados Unidos anunciaron este miércoles que en los próximos días se enviarán hasta mil 500 soldados en servicio activo a la frontera sur del país.

La medida forma parte de un plan más amplio para intensificar el control de la migración, siguiendo las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump al asumir el cargo.

Se espera que el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, firme las órdenes de despliegue, aunque los detalles sobre las unidades específicas que serán enviadas aún no han sido confirmados.

Las tropas se utilizarán para apoyar a los agentes de la patrulla fronteriza, brindando logística, transporte y asistencia en la construcción de barreras.

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Mientras que los tienen prohibido por ley realizar funciones de aplicación de la ley en la frontera bajo la Ley Posse Comitatus, Trump indicó que podría invocarse la Ley contra la Insurrección, lo que permitiría el uso de soldados para labores de seguridad civil en territorio estadounidense.

El despliegue de tropas recuerda despliegues anteriores, incluidos los de 2018, cuando más de siete mil soldados fueron enviados a Texas, Arizona y California para apoyar al Departamento de Seguridad Nacional en la respuesta a la migración.

En esa ocasión, las tropas realizaron tareas logísticas y de transporte, sin involucrarse directamente en la aplicación de la ley.

Trump ha hecho de la seguridad fronteriza una de sus principales prioridades, prometiendo detener la “migración masiva ilegal” y devolver a los migrantes indocumentados a sus países de origen.