Estados Unidos comenzó a reposicionar activos militares en Medio Oriente tras el ataque masivo lanzado por Israel contra instalaciones estratégicas en Irán.

De acuerdo con la agencia Associated Press, la Armada estadounidense ordenó el desplazamiento del destructor USS Thomas Hudner hacia el Mediterráneo oriental, al igual que de otra embarcación en la región, para estar listas ante una eventual instrucción directa de la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump sostuvo reuniones con miembros clave del Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la evolución del conflicto y definir una posible respuesta militar o diplomática. La escalada entre Israel e Irán ha encendido alertas en Washington sobre el riesgo de una confrontación regional de mayores proporciones.

Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó ante el Comité de Asignaciones del Senado que se han desviado sistemas antidrones destinados inicialmente a Ucrania para reforzar la protección de tropas y bases estadounidenses en Medio Oriente.

“Vamos a priorizar la seguridad de Estados Unidos y sus ciudadanos desplegando capacidades antiaéreas donde exista una amenaza potencial”, indicó.

Israel confirmó que más de 200 aviones de combate participaron en los bombardeos sobre Irán, lanzando más de 300 proyectiles contra un centenar de objetivos.

En respuesta, Teherán ha prometido represalias, mientras el resto de las potencias observan con creciente preocupación una posible extensión del conflicto armado en la región.