El Gobierno de Estados Unidos anunció que los pasajeros ya no tendrán que quitarse los zapatos en los controles de seguridad de los aeropuertos, medida que estuvo vigente durante casi dos décadas.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la noticia a través de sus redes sociales, calificándola como un avance significativo en la experiencia de viaje.
De acuerdo con el comunicado, la nueva política tiene como objetivo facilitar la inspección de pasajeros, reducir tiempos de espera y mejorar la satisfacción de los viajeros.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) implementó la medida obligatoria en 2006, luego de reportes de inteligencia sobre intentos terroristas que incluían el uso de explosivos ocultos en calzado.
Previamente, en 2001, un pasajero británico fue sorprendido intentando detonar un artefacto durante un vuelo de París a Miami.
Con esta modificación, las autoridades buscan equilibrar la seguridad con la eficiencia operativa en los aeropuertos, al tiempo que responden a las demandas de los usuarios por procesos menos invasivos.
El cambio ha sido bien recibido por viajeros frecuentes y asociaciones del sector aéreo, quienes consideran que era una medida obsoleta.