El Gobierno de Estados Unidos anunció que impondrá multas de hasta 998 dólares diarios a migrantes indocumentados que cuenten con una orden final de deportación y no abandonen voluntariamente el país.

La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, detalló que la medida busca incentivar el uso de la aplicación “CBP Home” para que las personas gestionen su salida de manera voluntaria.

Esta política, basada en una ley de 1996 que no se había aplicado desde el primer mandato del expresidente Donald Trump, contempla incluso sanciones retroactivas de hasta cinco años.

Además de las multas, las autoridades podrían confiscar propiedades a quienes incumplan con el procedimiento de autodeportación.

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El Gobierno ofrece ciertos beneficios a quienes opten por dejar el país por sus propios medios, como conservar su patrimonio, mantener la posibilidad de regularizar su situación migratoria en el futuro y acceder a vuelos subsidiados.

Sin embargo, advierte que quienes incumplan podrían ser detenidos sin previo aviso y enfrentar sanciones económicas adicionales, penas de prisión e inhabilitación para reingresar legalmente a Estados Unidos.

El folleto difundido por el Departamento de Seguridad Nacional subraya que “la autodeportación es segura” y ofrece a los migrantes la posibilidad de “irse en sus propios términos”.

Las nuevas medidas forman parte de una estrategia más estricta en materia migratoria por parte del Gobierno estadounidense.