La Fiscalía de Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Donald Trump, ordenó a todos los empleados del Departamento de Justicia la “eliminación total” de los cárteles de la droga, como los de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, así como de las organizaciones criminales transnacionales.

La decisión se enmarca en una estrategia de seguridad nacional renovada, que busca combatir de manera más agresiva el narcotráfico y sus efectos en el país.

Según un memorándum emitido por la Fiscalía, el gobierno federal revisó sus estrategias de seguridad tras la firma de una orden ejecutiva el pasado 20 de enero.

En dicho decreto, Trump catalogó oficialmente a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que permite una acción más contundente y coordinada por parte de las autoridades estadounidenses.

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La Fiscalía enfatizó que la misión no es solo mitigar el daño que estos grupos causan en Estados Unidos, sino erradicarlos completamente.

“No basta con frenar el flujo de sustancias mortales, como el fentanilo, que estos grupos distribuyen en nuestro país”, indicó la dependencia, señalando que se aprovecharán todos los recursos del Departamento de Justicia y se empoderará a los fiscales federales para trabajar en conjunto con el Departamento de Seguridad Nacional y otras instancias gubernamentales.

El decreto firmado por Trump en su primer día en la Casa Blanca generó diversas reacciones, tanto en Estados Unidos como en México.

El mandatario señaló que “probablemente, México no quiera eso, pero tenemos que hacer lo correcto”.

Cuando se le preguntó si consideraría enviar fuerzas a territorio mexicano, respondió: “Podría pasar, han pasado cosas más extrañas”.