Este miércoles, el Departamento de Estado de Estados Unidos reafirmó su apoyo al embajador en México, Ken Salazar, en medio de la tensión entre los dos países por las reformas constitucionales impulsadas por el gobierno mexicano.

El jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina y el Caribe, Brian Nichols, hizo eco de la preocupación expresada por Salazar respecto a la elección popular de jueces, un aspecto de la reforma judicial que ha sido catalogado como injerencista por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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Nichols destacó en un mensaje en X que tanto él como Salazar “comparten el respeto por la soberanía mexicana” y enfatizó que es esencial que Estados Unidos y México trabajen juntos como “socios iguales” para promover la seguridad y prosperidad en América del Norte.

“Compartimos la preocupación por las reformas constitucionales como socios y amigos”, afirmó Nichols.

El pronunciamiento se produce después de que López Obrador declarara que las relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá se encontraban en pausa.

En la semana, el presidente afirmó que Ken Salazar sólo era el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, al que se sumó –dijo como reproche– el Gobierno de Canadá.