Los líderes europeos y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski comenzaron a tomar medidas ante la creciente posibilidad de un corte en el suministro de armas por parte de Estados Unidos.

La situación cobró relevancia después de una tensa conferencia en la Casa Blanca el pasado viernes, que terminó en un enfrentamiento verbal entre Zelenski, el presidente estadounidense Donald Trump y el vicepresidente J.D. Vance, de acuerdo con un reporte de Forbes.

Este incidente generó incertidumbre sobre el futuro apoyo militar de Washington a Ucrania.

A pesar de que Ucrania podría adquirir la mayoría de las armas que necesita de Europa, la situación es distinta en el caso de la defensa aérea.

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Estados Unidos es actualmente el principal proveedor de misiles tierra-aire, lanzadores y radares de apoyo de alta calidad, cruciales para la defensa del país frente a los ataques aéreos rusos.

En este contexto, el ministro de Defensa noruego, Bjørn Arild Gram, subrayó que la defensa aérea sigue siendo una de las necesidades más críticas de Ucrania.

Hasta el momento, el Reino Unido comprometió una financiación de dos mil millones de dólares, y la empresa noruega Kongsberg anunció un plan para cooperar en la producción de misiles con empresas ucranianas.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, Ucrania sigue enfrentando limitaciones significativas en su capacidad de defensa aérea de largo alcance, lo que podría dejar al país vulnerable frente a los ataques aéreos rusos.